viernes, 10 de febrero de 2012

La misma película, episodio 3

Estoy sosteniendo mi terca estupidez 
Nuevamente intentando aguantar lo inaguantable
Carcomiendo mi orgullo en un vaivén de incertidumbre mientras me entrego en bolas, sin nada que me pueda proteger de lo que viene
Estoy de nuevo recordando, vívidamente a luz de un precario presente, lo que he intentado dejar atrás
Como un disco rayado vuelve a repetir una y otra vez la misma canción
Trato de engañarme. Por mas que los hechos concretos y decidores estén establecidos... ya estaba todo dicho
Pero las emociones reiterativas se apoderan de la frágil razón que habita mi cabeza inmersa en un sinfín de excusas
En contra de todo pensamiento lógico, de toda sanidad mental y emocional. Contra todo pronostico
Agarro el teléfono, lo suelto. Comienzo a marcar, lo suelto. No, mejor no lo llamo
La película es clara, el final siempre es igual
Distintos tiempos, distintas maneras, mismos actores, mismos sentimientos y por ende, mismo final
Es una lucha constante, una idiota contradicción descerebrada
Se convierte en una búsqueda, que va a costa de pretextos baratos, de lo que estoy intentando olvidar
Patético, si. Y aun así, me sostengo con mi estupidez en las manos
Bien parada como una niña porfiada que no deja de preguntar la misma ingenuidad a sus padres, que están a punto de estallar
Inmersa en su terquedad, vuelve a insistir en su cabecita loca, se lo vuelve a cuestionar todo
Y una vez que empieza, es imposible dejarlo
Es que tal frase, tal hecho y tal cosa... siempre hay una tonta razón que me hace recordarte
Y así vuelvo a repasar el guión
A ver si hay algo mal escrito, algo que un personaje no debió hacer o decir, alguna escena que se podría cambiar
Sin embargo, termina siendo la misma película de siempre
Hasta que empiece a parecerme aburrida, hasta que se deteriore con el tiempo
Hasta que me canse hasta las tripas de ver siempre el mismo final, no dejaré de revisar el guión
Porque me gustan las películas bien hechas  

sábado, 23 de abril de 2011

A las hormigas también nos gusta escuchar música pa mover las patas!

La hormiga


"Chica, negra, indeseada, molesta, invasiva, picante. La hormiga merodea, la hormiga molesta, la hormiga se mete en mi casa, se roba mi comida."
"Escurridiza, rápida, ágil. Quepo en cualquier parte, me robo tu comida y si me comes... te dejo un gustazo picante.
Trabajo todo el año sin esperar nada a cambio. Mi vida se basa, en realidad, en una ciega servidumbre. Pero que sin embargo, es mi razón de vivir. No te envidio el cerebro porque te das muchas vueltas. Te quedas pegado en tu mundito y a veces crees que eres el dueño de todo. No eres eficiente cuando te pones a pensar en la corta falda de tu compañera de trabajo. Tienes una habilidad para estancarte en tus pensamientos durante horas... tratando de descifrar el mundo, sintiéndote un pequeño descubridor que sabe la formula de la vida.
En cambio yo nací teniendo claro que ni tu, ni el león, ni yo podremos descifrarlo.

Me gusta mucho cuando dejas la loza sucia y puedo llevarme tus restos de comida. Pero a veces pienso que me caigo a ese frió y electrizante lava loza que te gusta tanto. Y tengo miedo.
También tengo miedo cuando tu gato no nos despega sus saltones ojos de encima, con esa mirada traviesa y perversa que en el fondo denota lo torpe que es. (De hecho, deberías enseñarle a cazar ratones... esto de cazar hormigas le queda grande, somos muy ágiles.)

En fin... Vengo a decirte que NO me voy a ir de tu casa, NO dejare de merodear, seguiré molestando, seguiré siendo tan negra como la noche y seguiré siendo la indeseada si tu así lo quieres...
Te cuento que yo también vivo aquí. También es mi casa. Me como tu comida porque la traes a mi casa.
Y asi, como yo te he aceptado a ti en estos largos 6 días de mi vida, creo que tu deberías empezar a hacer lo mismo. Vivimos en el mismo espacio, la misma cuidad, el mismo mundo. Por que crees que es tuyo?"

"Bueno en total... es una insignificante hormigacha. El gato la matara después."